Hola a todos
al leer el artículo que publicó SUNSHINE también fruncí la nariz ante el nombre Mariano Grondona. Incluso , y a pesar de respetarlo como escritor, está claro que Vargas Llosa no va a mostrar mucho apoyo por administraciones de tendencia socialista y/o colectivista. Pero me detuve a pensar en lo de populismos mesiánicos que se discute en el artículo.
Su compatriota Marcos Aguinis destacó que Argentina tiene posiblemente el populismo más largo del mundo porque comenzó en 1945 con Domingo Perón y se ha mantenido durante décadas hasta el peronismo autoritario de Néstor Kirchner y el peronismo soberbio y altivo de su esposa, Cristina Fernández.
Aguinis caracterizó al populismo como un régimen que solo mira al corto plazo, se sirve de la pobreza para asentar su voto, busca apropiarse de la mayor cantidad de dinero público, tiene una habilidad extraordinaria para encontrar culpables a su mala gestión y no acepta el disenso y la pluralidad de opiniones.
Cabe aquí aclarar quién es Marcos Aguinis:
Cuando se restableció la democracia en la Argentina en diciembre de 1983, Marcos Aguinis fue designado subsecretario y luego secretario de Cultura de la Nación; impulsó la famosa primavera cultural que animó el país. Creó el PRONDEC (Programa Nacional de Democratización de la Cultura), que obtuvo el apoyo de la UNESCO y de las Naciones Unidas, y puso en marcha intensas actividades participativas para concientizar a los individuos sobre los derechos, deberes y potencialidades que se cultivan en una real democracia. Por su obra fue nominado al Premio Educación para la Paz de la UNESCO.
En el campo de los derechos humanos enfrentó temas polémicos que pusieron en riesgo su vida. Durante la última dictadura fue limitada la circulación de sus libros y algunos salían del país en forma clandestina.
Es decir que más allá de la orientación que la FIL (Fundación Internacional para la Libertad) pueda tener, la observación de este médico, escritor y ex-funcionario del primer gobierno democrático desde la dictadura de 1976-1983 merece ser atendida.
Por simple experiencia personal, desconfío de los populismos, sean o no mesiánicos. Todo lo que pretenda conducirme como ganado y no me permita analizar, cuestionar y/o disentir, me hace sentir incómodo. Y del modo en que la actual administración en Argentina se está conduciendo me provoca esa sensación. Y por lo visto no estoy solo.
Giorgio fue más amplio y aportó lo de las democracias reales y las democracias formales, con lo que -por así decirlo- metió el dedo en la llaga. Lamentablemente no vamos a encontrar una respuesta satisfactoria a la pregunta dónde existe una democracia real que no sufra de algún tipo de influencia debido a intereses personales o de grupos. Aún en donde vivo yo es así, y eso a pesar de tener un sistema democrático por excelencia! Pero también es cierto que no se puede permanentemente echar la culpa de cada mal manejo gubernamental solamente a los malos de afuera. También implica ser adultos aceptar nuestra responsabilidad a la hora de elegir y asumir responsabilidades. Y en Argentina ya vimos varias veces cómo se eligió en las urnas.
Ante la pregunta de lobito dirigida a Tanno, yo me entrometo y respondo que sí hay opciones, y una de ellas proviene de la provincia de la que soy oriundo, pero claro, para quienes piensan que el país se termina en la General Paz esa no debe ser una opción. Lamentablemente por allí pasa también uno de los grandes problemas de nuestra vapuleada tierra. Dios está en todas partes,... pero atiende en Buenos Aires. Ojo!, que se entienda bien! Dije uno, y no el único problema!
Y lo de la opción no tiene que ver con el color político que yo sostenga, sino con lo de ser una opción, algo nuevo respecto a lo que hubo hasta ahora. Y si no para gobernar, al menos que alcance como para repartir adecuadamente las fuerzas en las cámaras.
Para los que no lo saben, soy de Rosario, provincia de Santa Fé.
Saludos
Inodoro (Luis)