Con mucho gusto te respondo, Lobito, pero antes dos aclaraciones:
1) Es cierto que dije que Cristina era demagoga y lo sostengo, pero jamás la asocié a políticas hitlerianas. Si leés bien (y estoy seguro de que podés hacerlo) mencioné el caso de Hitler como ejemplo de que la legitimidad de representación que efectivamente surge del apoyo de la mayoría de su pueblo no implica legitimidad en cada uno de sus actos de gobierno, o de guerra, o de exterminio racial.
2) No sé lo que quiere el resto del 46% que se opone a este gobierno (y me jugaría a que ahora el porcentaje es mayor...), pero en mi caso no pretendo que dimita. Que hayas inferido esto de lo que escribí es para mí la confirmación de un estado de conciencia cívica enrarecida y poco afín a la aceptación de la pluralidad en donde todo debe encasillarse en blanco o negro, en K o destituyente, sin lugar para los grises ni para la crítica democrática. Si bien este mecanismo de asociar ideas a otras ideas
sin que exista una conexión necesaria (ejemplo extremo: si cirticás a los K sos gorila, destituyente, oligarca y pro milico, si sos K o los apoyás sos progresista y pro equidad social aunque te llames Boudou o Menem) está bastante enquistado en el ser argentino, pero en mi opinión también extremada y peligrosamente azuzado por este gobierno.
Ahora a tu pregunta: honestamente no sé quién estaría en condiciones de asumir la presidencia. Por un lado porque no estoy seguro, como creo que no puede estarlo nadie, de qué haría fulano o mengano si asumiera (en mi caso, voté a Binner, entre otras cosas por las referencias de algunos de sus coprovincianos) y por otro lado porque Argentina es un país muy especial, y no sé si un candidato honesto y con talento que funcionaría en otro país podría sortear con éxito cierto status quo (intereses empresariales, mafia y poder sindical, y otras cosas más propias de nuestro país que no voy a detallar acá). Sin embargo, y esto es lo realmente importante, en cualquier caso tenemos todo el derecho a criticar y manifestarnos en contra de lo que consideramos errado, injusto, corrupto, ilegal y/o antidemocrático, como lo tenés vos a defender lo que creas válido.